Me recuerda a mis vacaciones en Montreal allá por el 2007,cuando llegue a esa hermosa casa y sus pisos de duela, con los muebles de cedro y ese patio hermoso que me cautivo y no me dejo salir de el durante varias tardes, me recuerda a mi niñez cuando me la pasaba trepando arboles y el tiempo transcurría lentamente, sin prisas, entre risas y buenos momentos donde solo esperaba los gritos de mi madre o familia que me decían que me bajara porque me "iba a caer y romper un brazo o pierna"...gracias Dios por darme la oportunidad de trabajar en una oficina donde la Madera es la protagonista...
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